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Generalmente había un amanuense que escribía las cartas del apóstol Pablo, ya que al parecer el tenía severos problemas con su vista, por tal motivo aclara que el saludo lo ha escrito personalmente.
Tres puntos principales que no debe olvidar nunca el creyente:
• Amar a Jesucristo, por encima de todas las cosas.
• Recordar siempre que Cristo viene pronto y predicarlo.
• Que la gracia de Dios se refleje en su vida.
En el Antiguo Testamento se le llamaba anatema a algo prohibido por Dios y las ofrendas ofrecidas a los ídolos. En el siglo I los cristianos fueron llamados anatemas (malditos) por creer en Cristo y no seguir la ley y sus sacrificios. Jesús también fue llamado anatema por ser crucificado. Sin embargo Pablo cambia el significado “el que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema”; la Biblia (TLA) Porque el que no ama a Jesucristo no puede ser cristiano.
La gracia del Señor es la manifestación amorosa de Dios hacia la humanidad. El amor es benigno, es sufrido, no tiene envidia, todo lo cree, todo lo soporta, no es jactancioso (1 Co 13:4-7) la gracia anhela lo mejor para el prójimo, la gracia de Dios es manifestada en el hombre al ser perdonados sus pecados.
Mi amor en Cristo Jesús esté con todos vosotros.Una carta en donde no sólo les dedicó un capítulo sobre el amor, tal vez el más famoso, (capítulo 13) sino que las frases usadas llevaban siempre afecto. Al final, recalca que les ama profundamente en Cristo y aunque en la carta hubo exhortaciones, era inmenso su amor y preocupación por cada uno de los creyentes, para que no se perdieran, sino que enmendaran su proceder, como un buen padre en la fe y como un pastor.
