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La naturaleza de un servidor de Cristo 1 Co 4:1-4

4:3,4 “Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. 4Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor”.


Este pasaje es aparentemente contradictorio frente a la humildad característica de Pablo, puesto que indica que el criterio que la iglesia de Corinto tenía contra el apóstol era para él como nada o una nimiedad. Es decir, “me importa muy poco lo que ustedes manifiesten respecto a mi persona”, es más, aún si existieran un tribunal griego que dictaminara algo contra mi lo tendría en poca cosa.

La afirmación paulina debe entenderse de acuerdo a los capítulos precedentes a fin de tener la perspectiva correcta. La división que manifestaban los corintios en diversas facciones de fe, llevaban a esta iglesia a emitir juicios en contra de las otros “partidos”, es así que los que eran de Apolos o los que eran de Cefas seguramente criticaban a Pablo y descalificaban su ministerio, usando estas argumentaciones tanto para defender su propio grupúsculo como para ganar adeptos de las otras divisiones en una carnalidad tremenda.

Si alguien decía “Pablo no tiene la calidad ministerial de Cefas, pues él estuvo con Jesús”, para Pablo eso era una nimiedad. Si otros decían, “ Pablo no tiene la estatura filosófica de Apolos” eso era algo que al apóstol le importaba “muy poco” es en ese sentido que la afirmación “el ser juzgado por vosotros”, escrita por Pablo, se debe tomar.

Para Meditar

en algunas iglesias quizá se critique al pastor comparándolo con otros que son más elocuentes o tienen más éxito. Se emiten juicios desfavorables que lastiman al siervo aludido y por consecuencia a su familia. Innumerables hijos de pastores no quieren saber nada de las iglesias organizadas, pues fueron testigos de la manera como se trató a su padre. Aún grupos descontentos se alejan de la congregación para formar otra, a unos cuantos pasos de la anterior, dejando al pastor menospreciado con deudas y un sostenimiento menguado. Actitudes carnales como las de Corinto, con terribles efectos nocivos, que deben reducirse con la actitud y apoyo de miembros fieles, al pastor atacado.

Continuando esta diatriba el apóstol afirma contundentemente que “no tiene mala conciencia” en una cadena de afirmaciones muy bella. Lo que parece decir Pablo es: no he actuado de mala manera, por eso mi conciencia no me condena, pero, aunque no me condena mi fuero interno, eso realmente no significa que la sola afirmación de mi conciencia me salva, sino que Cristo es el que me ha justificado y Él es el que sí me puede aprobar o rechazar.

En el ministerio es muy importante tener las manos limpias, es decir, una conciencia limpia, tanto por un buen testimonio como de haber enseñado y predicado la recta doctrina, sin temor ni conveniencias personales.

Nota de carácter ético

La conciencia parece ser un misterio para muchos. Algunos representan a la conciencia con la caricatura de un ángel bueno y un ángel malo que están sobre los hombros buscando que se les haga caso. Aunque estas imágenes son sólo figura, tratan de reflejar el conflicto que existe en el ser humano, entre hacer lo bueno o practicar lo malo. Es un hecho que cuando el hombre pecó en el Edén (Génesis Cap. 3) adquirió la conciencia del bien y del mal que yacía en el interior. El pensador chino Wachtman Nee opinaba que la conciencia es una de las tres cualidades de la naturaleza del espíritu humano, las otras dos son la comunión y la intuición. Lo cierto es que la existencia de la conciencia ha cautivado a muchísimos filósofos, teólogos, y escritores de toda la historia y culturas de la humanidad. El filósofo alemán Emmanuel Kant en su texto, “Crítica de la Razón Práctica”, afirmó: “Dos cosas llenan mi ánimo de creciente admiración y respeto… el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí”.

© 2018 La Biblia Continental. Todos los derechos reservados. Diseñado por Creating Destiny Graphics. Biblia Reina Valera 1960 y El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, por lo cual se puede usar solamente bajo licencia.