LBC Menú
Capítulos:
Evitar los prejuicios y actuar siempre con imparcialidad ante los desafíos que tiene que enfrentar todo líder de la iglesia, fue un buen consejo para Timoteo y lo ha sido en cualquier tiempo. Los prejuicios provocan que los juicios no sean justos, pues de antemano se tiene una posición, a veces sin haber escuchado las partes. La parcialidad da como resultado juicios injustos que dañan la imagen del pastor y también de la iglesia, pues son como un cáncer peligroso que se extenderá rápidamente, dañando a la familia del involucrado y a toda la congregación, aun con consecuencias exteriormente.
La dependencia en el Espíritu Santo y la manifestación de los dones puede en un momento ayudar a dar un veredicto exacto sobre una controversia; por ejemplo, cuando alguna de las partes está mintiendo. El ministro debe depender del Espíritu Santo para emitir un juicio correcto sin ser parcial.