PRIMERA EPÍSTOLA A TIMOTEO CAPÍTULO 6

El apóstol Pablo después de tratar temas familiares y personales, se enfoca ahora en el detestable tema de la esclavitud. Cuando se refiere a todos los “que están bajo” (bajo-upo), es una preposición que indica que están bajo autoridad. Cuando se habla de “yugo de esclavitud” se refiere al lazo que unía al esclavo con su amo en servidumbre y sujeción. Pablo le dice a Timoteo que “tengan a sus amos por dignos de todo honor”, pensando que tenían un amo que se preocupaba de que no les faltara nada y estaba atento a sus necesidades de comida, vestido y techo. Pero aun, cuando no fuera así, se esperaba que el esclavo creyente debía dar buen testimonio manteniendo en orden las posesiones de su amo y sirviéndole en la mejor actitud. Posiblemente, pudieran tener amos malos y crueles. Pablo quiere establecer principios para la vida y trabajo de los esclavos, que sabía eran muchos en esos tiempos y tardarían en liberarse, como desgraciadamente ocurrió después de muchos siglos. Con todo tenían que procurar mostrar respeto a su amo, ya que era la forma de honrar a Dios y dar testimonio de su encuentro con Jesucristo.

“Para que no sea blasfemado el nombre de Dios”, en la cultura romana, se permitía la convivencia de libres con esclavos, siempre y cuando no hubiera descontento entre los miembros. Así que Pablo está invitando al esclavo como al cristiano libre, a mostrar una conducta digna para que los gentiles no difamaran el nombre de Dios, por la conducta de ellos. Pablo no deja fuera “la doctrina”, sabía que era necesaria. La enseñanza bíblica era la que ayudaba a impregnarse de los principios establecidos por Dios, que eran necesarios para la transformación del creyente.