Timoteo, el hijo espiritual y colaborador de Pablo tiene un lugar muy especial en el corazón del Apóstol, la forma en que le ha escrito es similar a como le habla un padre a su hijo; ahora la recomendación apremiante es que “guarde” lo que se le encomendó. Por cuarta vez, Pablo encarga a Timoteo que guarde la fe que se le ha confiado, es decir la doctrina (1:18,19; 4:6-11; 6:13-16; 6:20).

El Espíritu Santo les ha encomendado el evangelio de Cristo a los creyentes. En la segunda Carta, Pablo le dirá: “Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y el amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros” (2 Ti 1:13,14).

El joven pastor de Éfeso debe evitar perder su tiempo en pláticas que no contengan un interés relevante para el evangelio, pudiendo aun disfrazarse con argumentos de conocimiento humano, pero que muchas veces caen en el terreno de lo profano.

“los argumentos de la falsamente llamada ciencia”. La palabra ciencia aquí, no debe entenderse como en otras citas bíblicas (por ejemplo, Daniel 12:4), en donde se refiere a “un cúmulo de conocimientos sobre las cosas, hechos o fenómenos, obtenidos mediante el estudio y la observación de sus principios y causas”.Ciencia se deriva del latín scientia=conocimiento, saber.

En la declaración paulina, tiene un sentido peyorativo y se refiere a la doctrina falsa, a todo lo que se afirme como verdad y termina siendo mentira. Llámese gnosticismo o agnosticismo, o también otros enfoque errados como la astrología, docetismo, misticismo, teosofía. etc.

Lamentablemente algunos creyentes habían caído siendo seducidos por los encantos del “conocimiento”. A ellos les parecía que la argumentación a través de las palabras era mejor que lo que se les había enseñado por el Apóstol. El enemigo tratará de desviar la atención de los ministros y creyentes con pláticas que les confundan. Es mucho mejor evitar a tales personas y proseguir el camino de honrar a Dios en toda conversación.

Timoteo tenía la encomienda de estar recordándoles constantemente la doctrina. La despedida de Pablo en esta primera la carta le recuerda a Timoteo que su ministerio debe descansar totalmente en la gracia del Señor.