LBC Menú
Capítulos:
La B.Est. Pent. Pág 1661, menciona que el aguijón de Pablo, puede atribuirse también a una actividad demoniaca permitida, pero controlada por Dios(Job 2:1y siguientes). Cualesquiera que fuera ese “mensajero”, lo hacía depender más de la gracia divina.
Pablo rogó a Dios en tres ocasiones, se supone muy intensas, que ese mal permanente fuera quitado de él. Como buen judío que conocía la ley, el apóstol sabía de quién provenía su socorro y el salmista en el Salmo 121:2, indica que este socorro solo proviene de Jehová y demuestra que solo a él podía recurrir para la liberación de ese aguijón.
Los profundos padecimientos causados por la situación de Pablo son muestra de que un cristiano fiel siempre recurrirá a su Salvador, quien lo ayudará en cualquier tipo de necesidad. Únicamente quien valora y agradece lo que ha recibido de parte de Dios sabe buscarlo ante este tipo de circunstancias. El apóstol había recibido en más de una ocasión las muestras del poder de Dios (11:25-27) y además, él mismo había sido instrumento para sanidad de muchos.