De esta declaración se pueden percibir dos cosas: 1.- Que los santos, los creyentes, los miembros de la iglesia, no son perfectos. Tienen defectos que se irán subsanando a medida que avanzan en la vida cristiana. 2.- Que (por inferencia) mientras haya en la tierra un santo que perfeccionar, los cinco ministerios estarán vigentes. Éstos, han de acompañar a la iglesia, el cuerpo de Cristo todo el tiempo de su militancia temporal. Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios.

La unidad de la fe, se refiere a que la iglesia acepte normas y estándares en donde no haya diferencias sustanciales por las cuales la iglesia esté cercenada o dividida. Aplica aquí la antigua premisa de la convivencia entre las denominaciones, producto de la Reforma Religiosa de los siglos XVI-VII que tanta luz ha traído a través de los tiempos: “En lo esencial, unidad; en lo no esencial, libertad; y en todo, caridad”.

Nota histórica

CONEMEX (Confraternidad Evangélica de México) la Organización cristiana formada en 1982 con la inclusión de las principales Denominaciones y Movimientos cristianos, hizo suyo ese lema de la Reforma. El Director General de este Comentario, (BICAD), Pbro. Teofilo J. Aguillon, fue el primer presidente, teniendo como vicepresidentes al Obispo de la Iglesia Metodista, Pbro. Alejandro Ruiz y al Lic. Sergio García Romo, de la Iglesia Presbiteriana; además de muchos otros líderes, tales como David Enríquez, Agustín Acosta, Abraham Alvarez, Juan M. Isáis, Mayor Roberto Frías, C.P. Sergio Dávila, Vidal Valencia, Lic. Jonás Flores, Cirilo Cruz, Manuel Rodríguez, miembros de variados Movimientos que han fungido como parte de la mesa directiva. A través de los años han participado como directivos, los Pbros. Alfonso de los Reyes, Isaí Montoya y Ramiro Ruiz y Fernando Figueroa de Asambleas de Dios y otros más. CONEMEX fue la Organización Evangélica que el presidente Salinas de Gortari, consultó, cuando realizó la reforma al Artículo 130, que otorgó personalidad legal a las iglesias evangélicas , reconociéndolas como Asociaciones Religiosas desde 1990.

A un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Aquí Pablo apunta hacia el destino final de la iglesia. La Iglesia está destinada a alcanzar la estatura de Cristo mismo. A una unidad con Él, de tal forma que tengamos la misma esencia, la misma sustancia y la misma estatura, “la plenitud de Cristo”.