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El versículo 34 dice que, mediante la fe, algunos “evitaron filo de espada”, mientras que el versículo 37, menciona que otros fueron “muertos a filo de espada”. Es decir, por la fe unos fueron librados y otros murieron. Lo cual enseña que en cada situación se debe orar y esperar la voluntad de Dios.
Otro aspecto de la fe es la que produce mayor peso de gloria (2 Cor 4:17): el sufrimiento por la causa de Cristo, hasta el martirio. Pues nos dice el Señor: “He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren” (Stg 5:11), y Cristo dijo: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia; porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo” (Mt 5:10-12). Nótese que no toda clase de sufrimiento pertenece al terreno de la fe, sino sólo éstos, por la justicia y por la causa de Cristo.
en el mundo occidental en general se menosprecia en gran manera a los cristianos que sufren de pobreza y los que andan errantes y no gozan de las comodidades del mundo moderno. Algunos llegan a decir que su condición es resultado de su falta de fe. Sin embargo, la Biblia dice todo lo contrario de aquellos que padecen de estas cosas por causa del evangelio. Pablo también mencionó estos sufrimientos: “Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija” (1 Cor 4:11), y en otra parte dice: “nos gloriamos en las tribulaciones” (Rom 5:3).
