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El sacrificio de la purificación de las cosas celestiales es supremo, no se podía hacer con cosas terrenales. El sacrificio del Hijo de Dios es el mejor y único sacrificio que podía hacerlo.
Menciona José Reyes “La clave de este párrafo es la frase “con mejores sacrificios de estos”, del versículo 23, que es una de las muchas frases parecidas que justifican la aplicación del título de “Epístola en Grado Comparativo”.5
Sin embargo, nace la interrogante ¿Por qué está en plural la palabra sacrificios, si el sacrificio de Cristo es uno, una vez y para siempre? Y una pregunta mas ¿Acaso en el cielo donde mora Dios las cosas celestiales eran impuras o por qué necesitaban ser purificadas?
Al hacer una comparación de las diversas traducciones de la Biblia al español, es la TLA la que explica a lo que se refiere. “ Por eso fue necesario matar a esos animales, para limpiar todo lo que hay en el santuario, que es una copia de lo que hay en el cielo. Pero lo que hay en el cielo necesita algo mejor que sacrificios de animales”.6
También Cevallos, Zorzoli, Giles, Diaz se refieren en su comentario al respecto coincidiendo en que los sacrificios son los terrenales de animales “En el primero, hubo muchos sacrificios. La realidad celestial requiere sacrificios de otro orden, pero el autor explicará en los vv. 25–28 que los sacrificios de aquel orden son en realidad solamente uno”.,7
Jamieson, Brown, Fausset expresan al respecto “Se usa el plural para expresar la proposición general, aunque se refiere estrictamente al [sic] un sacrificio de Cristo una vez para siempre. Pablo infiere que este sacrificio único, por su excelencia sin par, equivale a los muchos sacrificios levíticos.” 8
Cada comentario con diferentes estilos y palabras coinciden que el plural se refiere que en el primer pacto se hicieron muchísimos sacrificios de animales, sin embargo, el de Jesucristo fue uno suficiente para purificar todas las cosas.
En lo que respecta a la segunda pregunta (vea el comentario de Lc 19:38), desde el pecado de Adán ya no hubo comunicación entre Dios y los hombres. Al venir Jesús a la tierra el vino a restablecer ese puente de comunicación, reconcilio a los hombres con Dios.
Con el primer pacto había un acusador que constantemente iba a la presencia de Dios para acusar a los hombres (Job 1:6-12; Ap 12:10), con Cristo en la tierra, los hombres iniciaron la reconciliación con Dios y cantaron paz en el cielo (Lc 19:38), también cuando regresaban los setenta de predicar el evangelio testificaban que hasta los demonios se sometían y Jesús respondió “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” Lucas 10:18.
El profeta Ezequiel lo profetizó que Satanás sería echado fuera del cielo (Ez 28:16-19) y Juan 12:31 lo confirma.
Con el sacrificio de Cristo, el cielo fue santificado. Y Satanás no puede subir a la presencia de Dios, porque ahora los redimidos tienen un abogado que intercede por cada uno de ellos, sentado a la diestra del Padre.
Cevallos y otros comentaristas dicen “La morada celestial y perfecta de Dios no necesitaba purificación, pero sí tuvo que ser inaugurada como el lugar santísimo del nuevo pacto, donde nos acercamos a Dios en base del sacrificio de Cristo”.9
¡Qué hermoso es saber, que siempre hay un abogado intercediendo por el creyente! Que, aunque la lucha es contra potestades de las tinieblas, el enemigo de Dios fue vencido en la cruz del calvario.
5 José Guadalupe Reyes, FE SUPERIOR ESTUDIO DE LA ESPISTOLA A LOS HEBREOS” (2019) p. 50
6Sociedades Bíblicas Unidas. (2002; 2003). Traducción en lenguaje actual; Biblia Traducción en lenguaje actual (He 9:23). Sociedade Bíblica do Brasil.
7Cevallos, J. C. (2006). Comentario Bíblico Mundo Hispano tomo 23: Hebreos, Santiago, 1 Y 2 Pedro, Judas (p. 105). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.
8 Jamieson, R., Fausset, A. R., & Brown, D. (2002). Comentario exegético y explicativo de la Biblia - tomo 2: El Nuevo Testamento (p. 642). El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones.
9 Cevallos, J. C. (2006). Comentario Bíblico Mundo Hispano tomo 23: Hebreos, Santiago, 1 Y 2 Pedro, Judas (p. 106). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.