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Llega a la causa por la que se encuentra ahí preso. No estaba cometiendo ningún mal en el templo, pero unos judíos de Asia lo estaban acusando de hereje (ver el comentario de Hech 21:26-30). Les quiso mostrar que su esperanza tuvo su origen en la religión judía, creyendo por la revelación recibida que el Mesías llamado Jesús ya vino, fue crucificado, sepultado y resucitó con gran poder.
Pablo dio toda la gloria a Dios al reconocer que el auxilio lo había recibido de Él, pues movió a que el tribuno con sus soldados lo arrebataron de la turba. Y desde que los soldados lo habían puesto a salvo en las gradas de la fortaleza, les había testificado de su salvación a todos los judíos y durante el tiempo que llevaba en Cesarea, cada vez que el procurador Félix le llamaba para escucharle, con gusto acudía y le testificaba de Jesús. A pequeños y grandes, personas del pueblo o autoridades, a todos por igual les hablaba del amor de Dios. Basándose siempre en lo escrito en el Antiguo Testamento y aplicándolo a la vida de Jesús, pues para ninguno de los oyentes en el auditorio era desconocido la crucifixión de Jesús y Pablo lo único que hacia era mostrar que las profecías acerca del mesías se habían cumplido en Jesús.
Este era el mensaje poderoso que Pablo, quería que todos los presentes escucharan, que Cristo era las primicias de la resurrección, y que un día todo aquél que en Él crea también resucitará para vida eterna. (1 Co 15)
Este versículo veintitrés es el resumen del evangelio y cada una de sus palabras respaldadas por el Antiguo Testamento. Jesús padeció (Is 52:12-53:13) Jesús fue el único que resucitó para no morir jamás, (Sal 16:10,11). Mas un día todos sus hijos resucitarán (Job 19:25-27; Dn 12:2)
persevero hasta el día de hoy, los principios de los proyectos son dinámicos, con mucha emoción, con una gran visión, y cuando las cosas no salen como se espera, cuando la lucha y la frustración se unen, se debe perseverar, seguir adelante sin desmayar. El apóstol Pablo da un ejemplo de fidelidad y perseverancia que se debe imitar. Había padecido en gran manera, pero seguía confiando en las promesas que le había hecho Jesús (27:25) “…Yo confío en Dios que será así como me ha dicho”. Jamás desmayó, perseveró basado en las promesas recibidas, fue sustentado por el Espíritu Santo y logró llegar a la meta.
