LBC Menú
Capítulos:
El testimonio de poder y milagros acompañaba la experiencia de la conversión, lo que aumentaba el número de creyentes; los apóstoles llenos del Espíritu Santo predicaban a Jesús haciendo señales milagrosas y prodigios sobrenaturales, estos hechos mostraban la verdad y el poder del evangelio y nunca fueron realizados por exhibición o protagonismo, el propósito de estas señales era mostrar la gracia salvadora de nuestro Señor y la misericordia que mostraba ante las necesidades de su pueblo. Después del evento purificador (la muerte de Ananías y Safira) la fe de los creyentes aumentó, pues Dios se manifestaba abundantemente en su pueblo, se añadían cada día más personas; se ha pensado que en ese tiempo el número de creyentes era superior a los diez mil. La confianza en el Señor crecía tanto que traían a los enfermos a las calles para que al pasar Pedro, al menos su sombra los tocase, pues era imposible que impusiera manos a la multitud. Dios honraba la fe de Pedro y la de la ellos pues todos eran sanados.
De otras ciudades traían también a enfermos y atormentados de espíritus inmundos (gr. pneuma akatharton, espíritu inmundo en el sentido moral) las noticias de los milagros se propagaron rápidamente y los discípulos crecían en popularidad, lo que no era desconocido para los fariseos y saduceos.
Señales, milagros, la evidencia pentecostal (glosolalia), ha sido desde tiempos de la iglesia primitiva, la mejor estrategia para el avance del evangelio; indiscutible que la obra del Espíritu Santo se mantiene vigente dentro de la iglesia; Quienes apoyan la postura de la discontinuidad de la carismata dañan las bases sobre las cuales fue fundada la iglesia.