LBC Menú

Capítulos:

Versículos:

Versículos:

Versículos:

Versículos:

Versículos:

Versículos:

Versículos:

Mateo

Marcos

Lucas

Juan

Hechos

Romanos

1 Corintios

2 Corintios

Gálatas

Efesios

Filipenses

Colosenses

1Tesalonicenses

2Tesalonicenses

1Timoteo

2Timoteo

Tito

Filemon

Hebreos

Santiago

1Pedro

2Pedro

1Juan

2Juan

3Juan

Judas

Apocalípsis



Pedro y Juan son perseguidos, Hch 5:17-42

Hechos 5:22-25
"Pero cuando llegaron los alguaciles, no los hallaron en la cárcel; entonces volvieron y dieron aviso, diciendo: Por cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas afuera de pie ante las puertas; mas cuando abrimos, a nadie hallamos dentro. Cuando oyeron estas palabras el sumo sacerdote y el jefe de la guardia del templo y los principales sacerdotes, dudaban en qué vendría a parar aquello. Pero viniendo uno, les dio esta noticia: He aquí, los varones que pusisteis en la cárcel están en el templo, y enseñan al pueblo.”


Reunido el Sanedrín, enviaron por los discípulos. Al regresar, los guardias de la cárcel informaron que encontraron la prisión cerrada con toda seguridad y los guardias en pie junto a las puertas pero no había nadie dentro. La intervención milagrosa de un ángel del Señor, (5:19) y los detalles que dan los guardias, al hallar la cárcel cerrada con toda seguridad y los guardas afuera de pie ante las puertas nos recuerdan el milagro de la tumba vacía de Jesús. En capítulos posteriores se encuentran no pocos relatos de la provisión milagrosa del Señor para ayudar a sus enviados. Por ejemplo, en Hechos 16: 26 se narra la inspiradora experiencia de Pablo y Silas en la cárcel de Filipos: “Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron”, por lo tanto, se considera que quien abrió las puertas de la prisión para los apóstoles fue un ángel del Señor en el sentido literal de la expresión. El sumo sacerdote y sus acompañantes sintieron duda y preocupación (gr. “diepórun”, totalmente perplejos, hasta llegar a la misma desesperación) sobre que sucedería, para sorpresa de ellos, quienes debían estar en prisión, se encontraban en el Templo enseñando al pueblo pública y abiertamente.


© 2018 La Biblia Continental. Todos los derechos reservados. Diseñado por Creating Destiny Graphics. Biblia Reina Valera 1960 y El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de American Bible Society, por lo cual se puede usar solamente bajo licencia.