La levadura de los fariseos (Mr. 8.14-21)

Mateo 16:5-12 “Llegando sus discípulos al otro lado, se habían olvidado de traer pan. Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos. Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan.  Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?  ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y cuántas cestas recogisteis? ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis? ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos? Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos”. 

Nota Doctrinal: n el original griego la conjunción tiene una significación dependiente: “miren que se guarden”, en otras palabras, tengan mucho cuidado. Jesucristo está dando el significado usual bíblico de la palabra levadura: “No ofrecerás cosa leudada junto con la sangre de mi sacrificio, ni se dejará hasta la mañana nada del sacrificio de la fiesta de la pascua” (Ex 34:25). Asimismo, “Ninguna ofrenda que ofreciereis a Jehová será con levadura; porque de ninguna cosa leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda para Jehová” (Lv 2:11).

La levadura no siempre es usada como un símbolo negativo, por ejemplo Jesús al enseñar sobre la influencia del reino de los cielos y como crecería el evangelio en el mundo expresó en otra parábola: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado” (Mt 13:33).

En este pasaje, Cristo está mostrando la influencia negativa y pecaminosa de los fariseos y los saduceos al mostrarse con una apariencia de piedad, pero negando su eficacia en su vida diaria. Todo lo que estos dos grupos religiosos habían mostrado al perseguir a Cristo y atacarlo con sus palabras y cuestionamientos era la evidencia que Jesús estaba presentando a sus discípulos para prevenirles de ese influjo.
Desgraciadamente como sucede a veces, los humanos no captan la dimensión espiritual de una enseñanza espiritual, los discípulos creyeron fehacientemente que se trataba de pan físico y no de una influencia espiritual negativa para sus vidas.

Para Meditar: La prevención para nuestros días respecto a la levadura aplica en muchos ámbitos de la vida. Los fariseos, los saduceos y los herodianos fueron los tres grupos que más problemas le dieron a Jesús, ellos tipifican las corrientes filosóficas, religiosas y de mundanalidad que siguen atacando a los discípulos de Cristo en pleno siglo XXI.

Los fariseos eran especialistas en la apariencia externa, por fuera aparentaban ser justos (Mt 5:20), escudriñaban y conocían la palabra de Dios (23:2), eran diezmadores hasta de las cosas más pequeñas (Lc 18:12), ostentaban el ayuno (Mt 9:14) y por añadidura les gustaba orar en público (Lc 18:11), realmente en su interior no eran limpios y el Señor Jesucristo denunció la levadura de su hipocresía. Los discípulos modernos pueden seguir aprendiendo de esta enseñanza, los fariseos contemporáneos existen y son promotores como los de antaño de la simulación, la palabra de Dios nos enseña que podemos tener “…la fe no fingida…” (2 Ti 1:5) y que podemos correr con paciencia la carrera que tenemos por delante.

Para Meditar: La prevención para nuestros días respecto a la levadura aplica en muchos ámbitos de la vida. Los fariseos, los saduceos y los herodianos fueron los tres grupos que más problemas le dieron a Jesús, ellos tipifican las corrientes filosóficas, religiosas y de mundanalidad que siguen atacando a los discípulos de Cristo en pleno siglo XXI.

Los fariseos eran especialistas en la apariencia externa, por fuera aparentaban ser justos (Mt 5:20), escudriñaban y conocían la palabra de Dios (23:2), eran diezmadores hasta de las cosas más pequeñas (Lc 18:12), ostentaban el ayuno (Mt 9:14) y por añadidura les gustaba orar en público (Lc 18:11), realmente en su interior no eran limpios y el Señor Jesucristo denunció la levadura de su hipocresía. Los discípulos modernos pueden seguir aprendiendo de esta enseñanza, los fariseos contemporáneos existen y son promotores como los de antaño de la simulación, la palabra de Dios nos enseña que podemos tener “…la fe no fingida…” (2 Ti 1:5) y que podemos correr con paciencia la carrera que tenemos por delante.

Los saduceos, su levadura era divulgar la falsa doctrina, dependían de sus sentidos y por ende eran emocionalistas. Como se anotó arriba, no creían en la existencia de los ángeles ni en la resurrección. Como tenían poder político y económico los usaban para tener influencia en el ámbito sociopolítico de su tiempo. ¿Qué podemos aprender de ellos en la actualidad? Estar alertas con el tipo de creyentes que ostentan su poder económico o social para influir en las decisiones de una iglesia local o una denominación.

Esperar ver en las personas el fruto de una sana doctrina que enseña el evangelio completo: Cristo salva, Cristo sana, Cristo bautiza y Cristo viene. En la actualidad existen corrientes doctrinales que confunden a la cristiandad, pero “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 P 1:19-21).

Los herodianos, su levadura era el secularismo y la mundanalidad, Cristo previno sobre esta influencia: “Y él les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes” (Mc 8:15).
Constituían un partido político y pretendían usarlo como herramienta de influencia con propósitos “espirituales”. La advertencia de Jesús era y sigue siendo pertinente para los discípulos de los últimos tiempos. En pleno siglo XXI estas corrientes político-religiosas que han tomado fuerza y enseñan la teología del reino ahora, la cual se asemeja a la enseñanza de los herodianos, promueve el advenimiento de una era de gobierno humano de parte de la iglesia y la toma de lugares de preeminencia en el ámbito político y empresarial.