Señales antes del fin, Mt 24:3-28
Mateo 24:12-13 “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”

Cuando la maldad se acrecienta se pueden ver efectos de forma objetiva pero lo peligroso en la vida del creyente es aquello que no se ve, lo que está pasando en su interior, en este caso el pecado enfría el amor a Dios y al prójimo provocando esto un egoísmo tan fuerte que la persona solo pensará en sí misma ahogando el amor que en otro tiempo fue la base de la comunidad cristiana. Pero aun a pesar de esto, Jesús les insta a seguir adelante y que perseveren, esta palabra se traduce de un verbo griego ´´hupoméno´´ que significa mantenerse uno en pie en el conflicto y no permitir que la tensión lo derrumbe; esto es, resistencia a la derrota.

Para Meditar: “El que persevere hasta el fin será salvo”, puede tener dos acepciones en primer lugar, hasta el fin de la prueba o el fin de la vida; cualquiera de las dos habla de una recompensa, con cuanta razón el apóstol Pablo habla que el premio no es del que corre solamente si no del que logra alcanzar el triunfo (1 Co. 9:24); son muchos los que inician la vida cristiana pero en el camino las persecuciones y los engaños les han hecho retroceder y una cosa es cierta no les ha ido mejor que cuando estaban en Cristo. Elementos indispensables en la vida del creyente para permanecer firmes, son la perseverancia y el amor ardiente por Cristo, el cual se extiende hacia los demás.