Judas ofrece entregar a Jesús, Mt 26:14-16
(Mr 14:10-11; Lc 22:3-6)
Mateo 26:14-16 "Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, 15 y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. 16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle."

Judas se distinguió no solo por ser ladrón sino también por la frialdad con la que negoció la captura de Jesús. De forma llana y hasta cínica hace la pregunta que resuena a través de los siglos: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré?

Nota Doctrinal: Dos pasajes del antiguo testamento son recordados en este acto de la traición de Judas a Jesús: el primero es el que describe Éxodo 21:32 el cual dice: “Si el buey acorneare a un siervo o a una sierva, pagará su dueño treinta siclos de plata, y el buey será apedreado”. En este caso, el Señor Jesucristo fue entregado por treinta piezas de plata, el precio de un esclavo, la ignominia al más alto nivel. El segundo texto es una profecía escrita en el libro de Zacarías 11:12: “Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata”.

Cuánto tenemos que aprender de Jesús, él conocía la palabra al pie de la letra, sabía de estas profecías y paralelismos que se estarían cumpliendo en su peregrinaje hasta llegar al final del plan redentor, pero ni una sola palabra de queja o de reclamo, nada que diera a entender que estaba dolido o herido en su alma, nada que diera ocasión al diablo para acusarle, el tomó forma de siervo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, él siendo rico se hizo pobre para que con su pobreza fuéramos enriquecidos, “Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;” (He.7:26).

Para Meditar: Sin duda que no era la primera vez que Judas permitía que el diablo trabajara con él. La crónica de Juan describe el proceso del enemigo en la vida de Judas: “Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase,” (Jn. 13:2). La sagrada escritura no narra si hubo una lucha interna en la vida de Judas para resistir al diablo, solo relata el hecho terrible cuando una persona la da cabida al enemigo.

Para Meditar: En este sentido, años después, el apóstol Pablo prevenía a la naciente iglesia del nuevo testamento: “…ni deis lugar al diablo” (Ef.4:27). Por supuesto que Judas le cedió al diablo los derechos que todo ser humano que conoce el evangelio tiene, resistirlo hasta el cansancio y la promesa se hará efectiva. “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”(Stg. 4:7).