Mateo 5:23-26 - “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.”

Jesús señala la importancia de la reconciliación al momento de traer ofrendas al altar. El oferente debía perdonar ó ser perdonado antes de presentarse delante de Dios. En estos versículos podemos recalcar al menos tres cosas importantes:

Primero. La importancia de la reconciliación y la fraternidad antes que la religiosidad y el fervor tradicional v23,24.

Segundo. Que no es conveniente la indiferencia entre dos hermanos que están enojados. El señor nos urge a resolver nuestras diferencias lo antes posible y no dejar que los conflictos se acrecienten v25.

Tercero. Que las diferencias no resueltas constituyen un obstáculo para la armonía entre las personas y que proveen un ambiente de reclusión muy costoso para la unidad en la familia de Dios.

Para Meditar: Mientras que la unidad fortalece las relaciones, la división las arruina. Ningún reino permanece, si está dividido (Mr 3:24-25) y no es posible andar el mismo camino si dos no se ponen de acuerdo (Amós 3:3).Por tanto, es preciso lograr la reconciliación y ponerse de acuerdo con el hermano en conflicto. Después de todo, remover el orgullo y evitar el desdén ciertamente nos traslada a la libertad y de paso nos acerca a la voluntad de Dios.