Jesús y el ayuno, Mt 6:16-18
Mateo 6:16 “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”.

El ayuno es una de las prácticas espirituales que los creyentes en Jesús llevan a cabo como parte de su devoción. En términos generales los pentecostales consideran dos maneras de llevarlo a cabo. En primer lugar el ayuno total, que significa no ingerir alimentos sólidos o líquidos; para esto es necesario tomar en cuenta que los estudios médicos demuestran que un cuerpo sin ingerir agua por más de tres días empieza a deshidratarse y es nocivo para la salud. La Biblia nos dice que Moisés y Elías ayunaron por cuarenta días de forma total, pero fue una motivación directa y sobrenatural de Dios.

En segundo lugar, está el ayuno ingiriendo agua (Ex. 34:28; 1 R. 19:8).

Normalmente el ayuno se realiza por un periodo de uno hasta tres días. También hay que considerar que algunas personas han incorporado otras formas de llevarlo a cabo, como por ejemplo, lo que la Biblia menciona sobre Daniel que decidió alimentarse sólo con verduras y agua, lo que algunos grupos han tomado como modelo para llevar a cabo esta práctica espiritual (Dn. 1:12) y le llaman “el ayuno de Daniel.