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Jesús, la resurrección y la vida, Jn 11: 17-27  

Jn 11:23-27 "Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo”

Cuando parece ser el momento mas obscuro de la vida, la respuesta de Jesús es determinante y se cumple su palabra. Lo que viene del cielo son buenas nuevas, en este caso Jesús interrumpe a Marta compartiéndole que su hermano resucitará, en medio del dolor ella no puede entender el mensaje, de que esto sería algo inmediato, ya que la resurrección final era un tema tratado en la vida de los seguidores del Maestro, ella creía en ese evento (Dn. 12:13), los fariseos enseñaban esta doctrina pero los saduceos negaban esta realidad (Mt. 22:23).

Sin duda muchos de los que habían venido a casa de Marta habían hablado de la resurrección de su hermano en el día postrero, pero en este momento Jesucristo con autoridad declara que Lázaro resucitará, porque quien estaba frente a ella tenía todo el poder sobre la vida y la muerte (Jn.14:6).

Este evangelio puede llamarse el evangelio de la vida, ya que el tema de la vida se retoma con treinta y seis referencias, pero es la primera vez donde Jesús declara por primera vez que Él es la vida, quien posee la autoridad y el poder sobre ella, después lo vuelve a repetir para que no quede lugar a dudas (Jn. 14:6).

Ahora bien, la vida de la que Jesús habla es la vida eterna que ofrece a los que creen en Él, quienes pueden tener la confianza personal que en el momento en que la persona muere al instante vive, su alma no se quedará en la tumba hasta el fin del siglo como enseñaban los fariseos u otras doctrinas erróneas actuales, la promesa no es que no morirá físicamente, si no que no morirá para siempre.

Una vez que el Maestro ha referido su naturaleza de dador de la vida, espera una reacción de Marta y pregunta ¿Crees esto?, porque la fe es el elemento indispensable en la vida del seguidor de Jesús, ella contesta de inmediato afirmativamente su expresión yo he creído, el pronombre es enfático y el verbo griego en el tiempo perfecto indica que en algún tiempo inicio su fe pero que ésta aun se mantiene viva.

La fe de Marta era firme ya que alcanzó para mucho más, no sólo la fe en la resurrección de su hermano, si no que hace una triple declaración sobre Jesús, le declara Señor, Cristo e Hijo de Dios, siendo estos los títulos mesiánicos más exaltantes, cuando menciona que es el Cristo le está diciendo el ungido de Dios, y el Hijo de Dios expresa su plena divinidad y el que había de venir al mundo, lo cual Cristo acepta a cabalidad (Jn. 6:14; Mt. 11:3; Lc. 7:19).