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Jesús anuncia la traición de Judas, Jn 13:21-30  

Jn 13:28-30 "Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres. Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche”

Con solemnidad Juan, como en una película narró paso a paso los sucesos de ese momento; las muestras del amor de Jesús, al lavarle los pies, al hacerle la invitación a sentarse junto a él a la izquierda, en el lugar de honor, y finalmente, para que no le quedase la menor duda de que le amaba, le dio el bocado mojado en la salsa, una muestra del aprecio que Jesùs le tenía. Un comentarista menciona que quizá cuando le lavaba los pies, llegó a pensar: - ¿Qué harè, me retractaré de las 30 monedas de plata que recibí y las regresaré?. Sin embargo no lo hizo y dejó que Satanás entrara en él. Nadie se imaginaba lo que estaba sucediendo en su interior. Después de las oportunidades que tuvo Judas de arrepentirse, no lo hizo y tuvo que escuchar las palabras de Jesús; “lo que vas hacer, hazlo más pronto”. Ya no tenía nada que hacer, su hipocresía había sido descubierta.

Salió del lugar donde podría haber estado más seguro, cerca de Jesús. Y era ya de noche, tiempo físico y símbolo espiritual cuando el enemigo aprovecha para llevar a cabo sus planes malévolos, en la oscuridad misma, como se tornó el alma de Judas.
Como estaba escrito en el Salmo 41:9, el traidor levantó su talón, “el calcañar”, contra el Maestro con la mayor perfidia de la que es capaz alguien lleno de satanás. (Mat. 26:22-24; Mr. 14:19-21; Lc. 22:22, 23; Jn. 13:18; 17:12).

Para meditar: Jesús nos da muchas muestras de su amor, oportunidades para vivir y servir al maestro. No permitamos que las sugerencias de satanàs endurezcan el corazón, como le sucedió a Judas.