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JUAN CAPÍTULO 15  

Jesús, la vid verdadera, Jn 15:1:17 

Jn 15:1 "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador"

El versículo final del capítulo anterior: “Levantaos, vamos de aquí” enseña que el discurso sobre la vid, el Consolador y muy probablemente la oración de Jesucristo por sus discípulos (caps. 15-17), fue dicho cuando caminaba con sus discípulos del aposento alto, al huerto de Getsemaní.

“Yo soy” es la forma en que Dios Padre se reveló a Moisés en la Zarza. Dios dijo: “YO SOY EL QUE SOY. Así dirás a los hijos de Israel: Yo soy me envió a vosotros” (Ex 3:14). Juan registra siete “YO SOY” que el Señor Jesucristo mencionó con importantes características de sí mismo (Jn 6:35; 8:12; 10:9, 11; 11:25; 14:6).
“La vid” es un árbol muy preciado en el mediterráneo y a la vez es una figura para referirse a la nación de Israel (Ez 15:2; Os 10:1). En el Salmo 80:8 se menciona que Dios trajo de Egipto esta vid (Israel) y la plantó en Canaán. Israel no dio el fruto deseado a pesar de todos los cuidados que se le dio (Is 5:1-7; Jr 2:21). Como nación, Israel se corrompió y no produjo frutos de calidad.

Ahora llega Jesucristo afirmando “Yo soy la vid verdadera”. Lo que Israel no pudo lograr, dar el fruto deseado, Jesús lo haría por medio de sus discípulos (Jn 15:5,16). Jesús menciona que su “Padre es el labrador”. Este es un título muy sencillo para hablar del Dios Todopoderoso. Es el Padre Celestial quien cuida de las ramas, es él quien dirige todo, es la causa de que se produzca fruto.