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El mundo os aborrecerá, Jn 15:18-27 – 16:4a 

Jn 15:26-27 "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio".

Las aflicciones y persecuciones que tendrán que enfrentar los discípulos de Jesús serán muchas, y en esos momentos sentirán más que nunca la ausencia de su Maestro. Por lo tanto, el Señor les promete la presencia del Espíritu Santo: “cuando venga el Consolador”. La palabra “Consolador” en griego: Paracletos, se traduce como consolador, abogado, “llamado a la ayuda de”. Puede traducirse como “abogado” en este contexto.

Nota Doctrinal: Cuando Jesucristo regrese con el Padre, habrá en el mundo un amplio y verdadero testimonio acerca de Él. Los dos testigos suyos serán: el Consolador y sus discípulos. Primero, el Consolador o abogado, el Espíritu de verdad, es enviado por Cristo y procede del Padre. Encontramos a la trinidad en este versículo. Una de las misiones de este Abogado Divino será dar testimonio a favor de Jesucristo. El Espíritu apoyará a la iglesia en su querella contra el mundo y como abogado defenderá la causa de Cristo.

Los otros testigos de Cristo en este mundo serían sus discípulos. Los que han estado con Jesús desde el inicio de su ministerio y han aprendido de Él (Hch 1:21,22), y mantienen un fiel testimonio frente al mundo tal como lo hizo el Señor Jesucristo. Su mensaje es el mismo, sin alteraciones. Para ayudarles en esta misión estará el “Espíritu de verdad”, quien alentará sus corazones en medio de la persecución. Los discípulos hablarán a los hombres acerca de Jesucristo y el Espíritu dará testimonio en el corazón de quienes les escuchen.