“En esto” no se refiere a lo que precede sino a lo que continúa. El que las ramas lleven no solo fruto sino mucho fruto, da como resultado que Dios, el labrador, sea glorificado y es una prueba indiscutible de que el cristiano es “verdadero discípulo de Jesús”: “seáis así mis discípulos”. Cuando los de alrededor ven fruto en el creyente el Padre es glorificado, y es esto lo que lo motiva a vivir una vida fructífera.