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Crucifixión y muerte de Jesús, Jn 19:17-30.

Jn 19:19-22 “Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín. Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos: No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos. Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito".

Quizá, para justificar la sentencia, probablemente, para acallar su conciencia, tal vez, solo como una forma de cobrarse la derrota política ante los líderes religiosos, Pilato escribió este título y ordenó que se colocara sobre la cruz para que todos los que observaran supieran la razón de su muerte. El uso de tres idiomas nos recuerda que estos días de fiesta llevaban a Jerusalén peregrinos de todo el mundo y todos podrían leer el mensaje.

Hay mucha diferencia entre ser y pretender ser. Los principales sacerdotes entendían eso e intentaron que el mensaje fuera cambiado. Demasiado tarde llegó la fuerza de voluntad de Pilato al mantenerse en lo escrito. Sin embargo, sus letras son el resguardo que la voluntad divina permitió para señalar la realeza de quien da su vida por la salvación de la humanidad.