Al parecer el ministerio de Juan el Bautista continúo a la par del ministerio de Jesucristo. No hubo variación en lo que Juan había sido llamado a hacer: “ una Voz que clama en el desierto” (Isaías 40:3).
Juan nos narra el ministerio de Cristo desde una perspectiva cronológica y no solo se enfoca en el personaje principal, sino en los que están en la periferia. En este caso hace la aclaración que “Juan (el Bautista) aún no había sido encarcelado.