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Jesús, el pan de vida, Jn 6:25-59  

Jn 6:27-29 “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado"

Jesús lanza una sentencia que aparentemente es contradictoria: “Trabajad” por una comida que dura para siempre, misma que “el Hijo del hombre os dará”; éste fue señalado por Dios para solventar la necesidad del hambre espiritual.

Es obvia la razón por la que preguntan “¿Qué debemos hacer…?”, ellos entendieron por trabajar, que debían ser más religiosos y estar atentos a la ley, “las obras de Dios”; sin embargo, su razonamiento dista mucho de la realdad teológica que Jesús expresa en cuanto a la verdadera obra de Dios: “que creáis en el que él ha enviado”. No hay otra obra que ésta, incluso la obra elemental o básica de la ley era dirigir al hombre hacia Cristo (Gálatas 3:19-24), de modo que no hay más que hacer, sino creer en Cristo para vida eterna, pues él es a quien Dios ha enviado.

Creer en Jesús como el enviado por Dios para proveernos de una vida eterna, se traduce en arrepentimiento y fe, éstos vienen a ser condicionantes para recibir el perdón de pecados y la salvación, mediante la fe en nuestro Señor Jesucristo.