El rico insensato, Lc 12:13-21  

Lc 12:13-14 “Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?".

En uno de esos momentos que Lucas registraba los temas de la persecución también escribía situaciones que surgían de manera espontánea y que al parecer no eran raros. Un hombre de entre la multitud arenga al Señor y le pide algo de lo más terrenal posible: dividir una herencia.

Para meditar: Este registro, exclusivo de Lucas, es importantísimo, debido a que da luz, a los hombres de Dios de cómo comportarse cuando se está en medio de una disputa por herencias. Jesús hace una afirmación más bien desconcertante: aclara que no está puesto por juez o partidor. Todos sabemos que no existe juez más justo en el universo, pero el Señor no accede a esta petición. No en vano vemos esta misma línea de acción de parte del Padre en el Antiguo Testamento. Cuando llegó la hora de repartir la Tierra Prometida, Jehová no se metió a ser “partidor”, sino que dejó todo a la “suerte” para que a cada quien le tocara según le haya ido en el “sorteo” (Jos 18:10) y así evitar que el pueblo le reclamase luego algún tipo de favoritismo o mala actitud.