El rico insensato, Lc 12:13-21  

Lc 12:15 “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”".

De este versículo sacamos una gran verdad: alejarse de toda avaricia. La expresión “mirad” nos indica que debemos fijarnos bien de esta advertencia y no tomarla a la ligera. Si la religión que se practica, enseña que el ser rico es señal de ser verdadero cristiano, entonces se está cayendo en avaricia. No pretendemos decir que un cristiano no puede ser rico, no. En la Biblia Abraham, Isaac, Jacob, Salomón y otros muchos tuvieron riqueza material, pero tuvieron más abundancia espiritual. La prosperidad de Dios es espiritual, trae gozo, paz, sanidad, y no se circunscribe a lo terrenal, sino que también trae vida eterna. En 2 Pedro 2:3 dice que “por avaricia harán mercadería por vosotros con palabras fingidas”, ¡qué exacto resulta esto en nuestros días! Las palabras mentirosas fluyen para hacernos dar dinero por un milagro o una oración. Jesús nos lo advirtió: nuestra vida no tiene que ver con nuestra riqueza de bienes materiales, quien enseña que el tener abundancia de riquezas es la clave del éxito cristiano, está atrapado por alguna clase de avaricia.