El rico insensato, Lc 12:13-21  

Lc 12:20-21 “Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios".

Esa noche era la última para el rico. Tanto tenía y nada tenía. Pues sus bienes eran inmensos, pero su pobreza espiritual era total. Tenía un gran tesoro aquí, pero olvidó, dar a la viuda, al huérfano y al pobre, su tesoro en el cielo estaba vacío. Habló a su alma gózate, pero Dios le dijo: “necio, esa alma que has invocado al gozo, es la misma alma que vienen a buscar hoy, al anochecer”, es decir, “vas a morir hoy en la noche”. Se desconoce el método que Dios utilizó para hablarle: sería a través de la Palabra o en el sermón de la Sinagoga, tal vez un sueño, o un ángel, quizá una voz audible. Lo valioso para el creyente es hacer tesoro en el cielo donde ladrón no llega y polilla no destruye ( 12:33).

Para meditar: Tomando este ejemplo debemos ser sensibles a la voz de Dios pues si nos llegara a hablar es porque quizá somos muy duros, arrogantes y listos para la ejecución final. No hagamos oídos sordos a una advertencia tan fuerte y clara como esta. La vida no está en los bienes que poseemos, y es la vida la que vienen a buscar, aún teniendo muchos bienes. Al final, ¿dónde han quedado las riquezas de los fuertes? Nadie los sabe, “…¿de quién será?” Este es el camino que seguirán los que no son ricos con Dios, así de simple.
La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella. Proverbios 10:22