El afán y la ansiedad, Lc 12:22-32 (Mt 6:25-34)  

Lc 12:24-26 “Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? 25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? 26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?".

Los cuervos son animales que no contaban con el cariño popular. Se comían cosechas, robaban cereales y se asociaban a lo impuro (Lv 11:15), el texto dice que quien les provee es el mismo Dios al que servimos. Para que preocuparse, Dios nos ama y dará un mejor alimento que el de las aves.

Para meditar: Nadie puede por preocuparse mucho crecer más, ni siquiera un codo. No hay razón para perder la fe, en un afán, en una desesperación. Hermosas palabras del apóstol Pablo “No es que tenga escasez, pues he aprendido a contentarme con cualquiera que sea mi situación·” Filipenses 4:11