El siervo infiel, Lc 12:41-48 (Mt 24:45-51)  

Lc 12:45-48 “Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, 46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles. 47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. 48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá."

Los pensamientos de las personas manifiestan la realidad de dónde está su tesoro. Un siervo malo está buscando su provecho, no cumple con su palabra y quiere sacar ventaja de toda situación. El texto indica que hería, tanto a los hombres como a las mujeres, el típico comportamiento de un envalentonado esclavo que usurpa la posición del amo. Además de ello: comía, bebía y se embriagaba, es decir, tomaba de la hacienda de su patrón y hacía banquetes donde daba rienda suelta a sus empachos.

El plazo se cumpliría algún día, el amo regresaría como había anunciado y sorprendería al encargado de la casa ebrio y con los bienes malgastados. El castigo por esto sería ejemplar, con azotes incluidos y la expulsión de su casa para ser puesto con los infieles, con aquellos que no tienen parte con su amo.
Este castigo era muy conocido en el medio oriente, (Hb 11:37; 1 S 15:33; Dn 2:5)

El texto muestra grado de castigo entre los que sí conocen y los que no conocen. En el primer caso quien recibirá muchos azotes “como para partirlo en dos” (12:46) es aquel que sí conocía a su amo. El siervo que no conocía la voluntad de su amo, es decir, carecía de las instrucciones precisas también recibirá castigo, pero no tanto como el primer siervo puesto que no tuvo la ventaja de entender al cien por ciento lo que debía hacer. Sin embargo hay azotes puesto que por sentido común él sabría no eran correctas las cosas que hacía, por ello también es castigado, pues alegar ignorancia no sirve de mucho en situaciones como estas. (Ver nota Mt 24:44-49)

Para meditar: Mucho: significa abundancia, grandeza, prodigioso, más de lo normal. Nunca como hoy la iglesia tiene tanto su alcance pero quizá da muy poco: poco ánimo y amor, poca generosidad y piedad, poca pasión y sanidad. Verdaderamente parece el tiempo de la iglesia de Laodicea de Apocalipsis 3. Tenemos al alcance libros y comentarios como este, estudio en abundancia, libertad religiosa, pastores y maestros que nos guíen. Se nos pedirá algo proporcionado a ello, si fuéramos negligentes el castigo será demasiado duro para nosotros. Si mucho recibo mucho tengo que dar.