Parábola de la semilla de mostaza y la levadura, Lc 13:18-21 (Mt 13:31-32; Mr 4:30-32)  

Lc 13:19, 21 “Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas. Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado”.

“Es semejante al grano de mostaza… Es semejante a la levadura”
Después de la lección de la diferencia entre Jesús y los líderes, así como la fe de los discípulos de Jesús y la fe hipócrita de los líderes, Jesús prosigue a llevar todo esto a un nivel más alto. Aquí propone con estas figuras que el reino de Dios tan anhelado por todos podría surgir con un pequeño grupo como el de Jesús y sus doce discípulos y hacerse muy poderoso. Mateo presenta esta parábola centrando la atención en la pequeñez de la semilla, Lucas no toma en consideración este detalle, el habla de lo grande que es el árbol y las aves que hacen ahí su nido, se puede comprender que en el reino de Dios otras naciones encontraran cobijo. Al comparar el reino de Dios con la levadura se pueden observar dos aspectos: viene de afuera y es poco y cuando entra logra una transformación que nadie puede parar. (Ver comentario en Mr 4:30-32)