Parábola de la higuera estéril, Lc 13:6-9  

Lc 13:8-9 “El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después”.

Oh gracia inexplicable e incomprensible! Jesús muestra en la parábola al viñador no solamente el juicio de Dios, sino también la gracia de Dios. El viñador pide tiempo para hacer todo lo posible para salvar a la higuera de la destrucción. Esto expresa a los oyentes que Dios ha sido misericordioso con los líderes y la nación, pero ahora, suplican que Dios continúe perdonando todavía un año más.

Jesús presenta la petición de misericordia, de manera graciosa a sus oyentes, pues el viñador propone tiempo para que él “…cave alrededor de ella, y la abone”, la frase griega usada es βάλω κόπρια, que significa “arroje estiércol”. Cada día Jesús remueve la tierra para que el creyente crezca y lleve fruto y no hay mejor abono que él mismo, quien fue despreciado y desechado sin estima alguna (Is 53:3) Como el estiércol que es de poco valor para el hombre, pero que ayuda con nutrientes a las plantas. Tuvo que ser emocionante para los oyentes identificar a los líderes en la parábola, y escuchar el juicio de Dios para ellos; pero muy cómico al observar que la gracia de Dios fluiría a través del viñador cuando arrojara estiércol para abonarlos y quizá así pudieran dar frutos.