La parábola del mayordomo infiel, Lc 16:1-15

Lc 16:3-4 “Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi señor me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, tengo vergüenza. Ya sé lo que haré para cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas”.

Este mayordomo hizo una reflexión sobre su realidad, analizó su condición, sus fortalezas y debilidades. Si ya no puedo tener este estilo de vida, tampoco voy a poder disponer de los siervos y de los bienes de mi señor, ¿de qué voy a vivir?, la edad y las fuerzas se han ido; el orgullo me impide humillarme. Utilizó su astucia para envolver a los deudores de su señor haciéndose pasar por un buen hombre generoso, sin mostrar que su interés era cobrarles el favor cuando él perdiera el empleo.