Diez leprosos son limpiados, Lc 17:11-19

Lc 17:12-13“Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: !Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!"

En base a la ley de Moisés los leprosos deberían permanecer fuera del campamento o aldeas, llevar los vestidos rasgados, la cabeza descubierta, pregonando, ¡inmundo, inmundo! (Lv. 13:44-46) ¡Cuánto dolor y vergüenza, debieron sentir estos enfermos! Sin poder acariciar a sus hijos, o platicar con sus padres o cónyuges. Tenían una enfermedad contagiosa que destruye la carne por lo que varios enfermos se unían para facilitarse el conseguir alimento y otras tareas, no importando que fueran judíos y samaritanos. Cuando se dieron cuenta que era Jesús el que venía a lo lejos sólo pensaron que era una oportunidad que no se podía desaprovechar. Unidos todos alzaron la voz, porque ellos no se podían acercar físicamente a los sanos.( W. Barclay menciona que por lo menos debía haber unos 50 metros de distancia4 17 pies) pero su voz sí podía llegar a Jesús clamando por misericordia.

El enfermo y necesitado debe alzar su voz y pedir lo que requiere, es más importante solucionar su mal que lo que piense la gente que le rodea. Todos los enfermos se identificaron y se unieron a clamar por salud.

Nota de carácter ético: Qué inspirador es ver que los seres humanos pueden ser solidarios en la necesidad. Que este ejemplo permita a la iglesia unirse para ayudar a solucionar las adversidades que miembros del cuerpo de Cristo puedan estar pasando. Por lo menos en este grupo había un samaritano, ¿Qué sucedió entre estos hombres si sus pueblos de origen se odiaban tanto? (Jn 4:9) La común desgracia, había roto las barreras raciales y nacionales, haciéndoles olvidar las diferencias que había entre judíos y samaritanos, y recordar que solo eran seres humanos necesitados de compañía y ayuda mutua5. Una enseñanza del perdón y la convivencia que trasciende culturas, creencias y razas.

4 BARCLAY, W. Comentario al Nuevo Testamento, Tomo 4, Evangelio según San Lucas.p.115.

5 BARCLAY, W. Comentario al Nuevo Testamento, Tomo 4, Evangelio según San Lucas.p.115.