Diez leprosos son limpiados, Lc 17:11-19

Lc 17:17-19“Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado"

Jesús externó su sentir acerca de los que no habían regresado. Cuando este extranjero volvió glorificando a Dios en voz alta y se postró poniendo su rostro en tierra, agradeciendo la cura de un mal casi imposible de sanar (aún en este tiempo), el Maestro se maravilló; como lo hizo cuando vio la fe del centurión (Mt 8:10). Dos personas no judías, con una fe y agradecimiento que no encontró entre el pueblo de Israel. Tal muestra de fe y agradecimiento le valió ir a casa no sólo con su sanidad física, sino con la bendición y declaración de salvación, del Hijo de Dios.

Para meditar: En cuanto al agradecimiento, ¿A quién se parece más la iglesia de este tiempo?, ¿Se pide más de lo que se agradece? El cuerpo de Cristo necesita recordar que las peticiones deben ir unidas a la acción de gracias como dice Filipenses 4:6. Antes a los creyentes se les llamaba “aleluyas” porque glorificaban mucho a Dios repitiendo esa hermosa palabra. Qué siga siendo así con las nuevas generaciones, que han pasado por el mismo proceso de ser redargüidos, arrepentirse, pedir perdón, tener fe en la obra del Calvario y vivir vidas transformadas,