Lucas sigue la misma secuencia de Marcos. Este es un diálogo entre un judío importante, no se especifica si era miembro del sanedrín o de alguna sinagoga. Por la pregunta que hace revela que sentía la necesidad de algo más para asegurar la vida eterna. Aunque era una persona que guardaba los mandamientos, vivía una vida intachable desde su juventud y cumplía con la ley de Moisés, reconocía que tenía que encontrar la respuesta a su preocupación, por lo que fue con la persona correcta.
¿Qué haré para heredar la vida eterna? Al hombre desde su creación le ha preocupado saber con certeza qué existe después de la muerte, y este principal no es la excepción, por lo que pensó que quizá recibiría una fórmula por parte del maestro galileo.