Jesús y Zaqueo, Lc 19:1-10

Lc 19:4-6“Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso".

Resulta digna de elogio la actitud persistente de Zaqueo por querer ver a Jesús a pesar de los obstáculos que tuvo que enfrentar. Por un lado, estaba su corta estatura, y por el otro, la enorme multitud que le impedía acercarse hasta Jesús, a esto se añadía el sentimiento de rechazo que la gente tenía hacia los publicanos. No obstante, Lucas describe vívidamente las acciones de Zaqueo en su afán por ver al Señor Jesús al decir que procuraba ver quien era Jesús, también lo presenta corriendo delante de la multitud a fin de encontrar un lugar apropiado desde donde pudiera mirarle pues Jesús pasaría por ese camino, y Lucas termina diciendo que Zaqueo subió a un árbol paa asegurar que lograría su propósito.

Grande habrá sido la sorpresa para Zaqueo al tener frente a él a aquella persona de quien tanto había oído que hacía milagros y amaba a los pecadores. Zaqueo tal vez sólo se conformaba con conocer físicamente a este nuevo rabí que anunciaba las buenas nuevas, sin embargo, Jesús quería algo más que eso, ya que no sólo lo vio sino que también quería morar con él pues le dijo “hoy es necesario que pose yo en tu casa”. Esta declaración de Cristo es intensa en significado. En primer lugar, la palabra “hoy” aparece al principio de esta expresión y Jesús la pone allí con un significado especial, como en otros pasajes escritos por Lucas. Se utilizó cuando Jesús se encontraba en la sinagoga de Nazareth al final de la lectura del pasaje del libro de Isaías 61:1,2 donde se habla acerca de la obra del Mesías. Jesús declara “hoy se ha cumplido esta Escritura” dando a entender que el tiempo de la gracia y misericordia de Dios por los pecadores había llegado. También vuelve a aparecer este vocablo cuando Jesús le aseguró a uno de los ladrones que fueron crucificados junto a él diciendo “hoy estarás conmigo en el paraíso” (Luc 23:43). De la misma manera para Zaqueo el día de su salvación había llegado y no solamente para él sino también para toda su casa.

Para meditar: En el mundo que nos toca vivir, mucha gente a menudo pospone consciente o inconscientemente el día de su salvación olvidando que Dios ofrece su salvación cada día. Las Sagradas Escrituras enseñan que Dios no quiere que nadie se pierda sino que todos se arrepientan y sean perdonados sus pecados (2 Pedro 3:9 ). Nadie puede comprar un minuto más de vida sobre esta tierra, así que, no hay que desaprovechar la oportunidad de salvación que Dios ofrece y que es “hoy”.

La expresión “es necesario” posee también un significado único en Lucas y los demás Evangelios y se refiere a un propósito divino de acuerdo a determinada situación. El vocablo griego empleado “dei” señala un fuerte sentido de urgencia. Lucas emplea esta expresión también en 2:49; 13:33; 22:37; 24:7, 26, 44. Juan, en su evangelio, también la usa en el encuentro de Jesús con la mujer samaritana, donde las Escrituras declaran que “era necesario pasar por Samaria” (Juan 4:4). Por un imperativo divino y una necesidad humana le era necesario a Jesús pasar por allí.

El versículo seis termina diciendo que Zaqueo “descendió de prisa, y le recibió gozoso”. La actitud de Zaqueo no era para menos debido a que tendría el privilegio de recibir a un gran maestro del cual ya no solo conocería de oídas sino que sería un testigo ocular de su sabiduría, pero sobre todo de la gracia manifestada hacia su persona, porque siendo un cobrador de impuestos Jesús compartiría con él la mesa en señal de compañerismo.