¿De quién es hijo el Cristo?, Lc 20:41-44

Lc 20:45-47“Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación.".

Una vez que concluyeron los debates entre Jesús y sus adversarios ahora él procede a acusar a los escribas por diferentes actitudes y abusos que cometían. Como evidencia de su orgullo y ostentación ellos “gustan de andar con ropas largas” pretendiendo demostrar de esa manera su vida piadosa superior a los demás. Ellos también aman las salutaciones en las plazas con lo cual se indica que el pueblo mostraba una deferencia especial por ellos y los llamaban a veces “Padre”, “Maestro” o “rabí” lo que era motivo de orgullo para ellos. Cuando estos expertos en la ley iban a las sinagogas ocupaban “las primeras sillas”, es decir, las bancas que estaban frente al arca que contenía los rollos sagrados de la ley y los profetas desde donde podían ser vistos por toda la audiencia. Como gente importante, los fariseos a menudo eran los invitados de honor en los banquetes y procuraban ocupar también “los primeros asientos”. Obsérvese que Jesús no los condena por ocupar los lugares de honor necesariamente sino porque los buscaban y se olvidaban dar el honor a Dios a quien servían.

La expresión “devoraban las casas de las viudas” aplicada también a este grupo, demostraba la avaricia que había en sus corazones. Las viudas ricas, debido a su situación, eran terreno fértil para los abusos de los escribas. Como a los escribas no se les permitía cobrar por sus servicios prestados al pueblo eran muy vulnerables para dichos abusos, ya que, dependían de las dádivas que recibían. Había diferentes maneras de abusar de la economía de las mujeres viudas. Algunos creen que hacían extorsión de estas mujeres bajo pretexto de interceder por ellas en asuntos legales. Otros, que los escribas se hacían servir suntuosos banquetes en las casas de ellas.

La manera en que los escribas pretendían encubrir todos los abusos que cometían en contra de las pobres viudas era a través de largas oraciones. Por consiguiente, el Señor Jesús anuncia el juicio severo contra tales personas en el día del juicio final.

Al concluir el Señor Jesús con la frase “mayor condenación” aplicada a los fariseos, señala que el grado de castigo que recibirán será mayor que al de otras personas condenadas. Robar a una viuda por maldad es condenable y merece castigo; pero robarle a una viuda en nombre de la piedad merece doble castigo (Comp. 10:14).