Jesús ante el Concilio, Lc 22:66-71

Lc 22:66-71“Cuando era de día, se juntaron los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes y los escribas, y le trajeron al concilio, diciendo: ¿Eres tú el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no creeréis; y también si os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis. Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios. Dijeron todos: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy. Entonces ellos dijeron: ¿Qué más testimonio necesitamos? Porque nosotros mismos lo hemos oído de su boca".

Una vez que Lucas narra la negación de Pedro sin interrupciones, en seguida pasa a los sucesos ocurridos en el interior del palacio de los sacerdotes y en el Sanedrín al enjuiciar a Jesús.

Ningún Evangelio registra todas las etapas por las que pasó Jesús al ser juzgado. Sin embargo, el orden probable de los juicios de Jesús, según lo registran los cuatro evangelios, es el siguiente:
Primero ante Anás (Juan), luego ante Caifás y el Sanedrín (los sinópticos), en seguida ante Pilato (Sinópticos y Juan), después ante Herodes Antipas (Lucas) y finalmente ante Pilato (Lucas) quien lo manda crucificar. Las acusaciones presentadas ante el Sanedrín fueron dos: Pretender destruir el templo judío y blasfemar contra Dios, ambas de corte religioso. Las acusaciones civiles presentadas ante Pilato fueron: Sublevar a la nación judía, oponerse al pago de impuestos al César, pretender ser rey y sedición.
En su afán por deshacerse de Jesús los líderes religiosos judíos quebrantaron leyes que reglamentaban los juicios en casos capitales. Entre otros, están los siguientes: Sesión de noche, juicio en un solo día, no esperar hasta otro día para una segunda sesión, no definir la blasfemia .

La gran pregunta que inquietaba y causaba incertidumbre entre los del Sanedrín era si Jesús realmente era el Mesías. La pregunta llana y directa que debía responderse con un sí o un no fue ¿Eres tú el Cristo? Ante esta interrogante, Jesús les contesta diciéndoles que ellos no creerían en él aunque les respondiera. Tal y como lo narra Juan 10:24, 25. Jesús también les dice que si él les preguntaba, tampoco responderían, como había sucedido en la narración de Lucas 20:1-8.

Nota doctrinal: Las palabras de Jesús en el versículo 69 se refieren a su próxima exaltación gloriosa como Hijo de Dios a la diestra del Padre, demostrando de esa manera quién era realmente. Esta declaración de Jesús hace que los líderes religiosos le pregunten ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Esta cuestión sirve para enfatizar que Jesús es el Hijo de Dios. La respuesta de Jesús a ellos fue “vosotros decís que lo soy”. Aunque no es una afirmación categórica sobre su deidad, fue tomada como tal por parte de los líderes judíos y como motivo suficiente para ser condenado.

Qué incongruencia. La causa básica por condenar a Jesús, fue haber declarado su mesianismo, es decir que era el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios, ante los jefes religiosos de su propia nación que así debieron haberlo reconocido.