La resurrección, Lc 24:1-12 (Mt 28.1-10; Mr 16.1-8; Jn 20.1-10)  

Lc 24:9-12 “Y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido”.

Enseguida Lucas narra el regreso de las mujeres a Jerusalén luego de visitar la tumba de Jesús y de su encuentro con los ángeles quienes les anunciaron que el Señor había resucitado. Hasta este momento (v. 10) Lucas no menciona los nombres de las mujeres que fueron al sepulcro, aunque en pasajes anteriores (8:1-3) ya había hablado acerca de las mujeres que acompañaban y sostenían económicamente el ministerio de Jesús. A pesar del reporte de las mujeres, los apóstoles se mostraban reacios a creer lo que les decían acerca de la tumba vacía. Esta negativa a creer tiene una importante relación a favor de las evidencias de la resurrección debido a que los discípulos no esperaban que la resurrección ocurriera. La teoría de la alucinación de los discípulos pierde fuerza en este caso.

El versículo doce se relaciona con la narrativa de Juan 20:6,7 donde se dan más detalles de lo ocurrido aquella mañana gloriosa. Lucas no menciona al “otro discípulo” (que era el apóstol Juan) que corrió junto con Pedro hasta el sepulcro probablemente porque sólo quería enfocarse en Pedro tal y como lo hizo ya en 5:1-11. El que Pedro haya encontrado sólo los lienzos de lino con los que envolvieron el cuerpo de Jesús es un testimonio silencioso pero elocuente de la ausencia del cuerpo del Señor. El evangelio de Juan (20:8) declara que este hecho hizo que Pedro creyera que Jesús había resucitado.

En el camino a Emaús, Lc 24:13-35 (Mr 16:12,13)

La historia que narra Lucas acerca de lo que sucedió camino a la aldea llamada Emaús es una verdadera joya espiritual y literaria. El que Jesús se apareciera a dos de sus discípulos es una evidencia y explicación de la tumba vacía. Para el médico Lucas es una ocasión para puntualizar algunos temas que ha presentado a lo largo de su evangelio. No obstante, todavía hay quienes niegan la historicidad del relato diciendo que es una leyenda. La dificultad para aceptar o no la historicidad del relato depende del concepto que se tenga del mismo hecho de la resurrección y de la posibilidad de una obra sobrenatural de Dios.

Este extenso relato del encuentro de dos discípulos con Jesús se puede dividir en tres partes. Luego de una breve introducción (vv. 13-17) se encuentra la extensa respuesta de Cleofas y su compañero a la pregunta de Jesús, ¿Qué cosas? (vv. 18-24), luego, está la exposición de Jesús sobre la enseñanza del Antiguo Testamento acerca de él (vv.25-29) y finalmente el reconocimiento de los discípulos acerca de la persona de Jesús que es el clímax del relato (vv. 30-35).