El bautismo de Jesús, Lc 3:21,22, (Mt. 3.13-17; Mr. 1.9-11) 

Lc 3:21-22 “Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.” 

La crónica dice que: “cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado”. En medio de las multitudes que acudían para ser ministradas en este acto simbólico y público del bautismo en agua, Jesús mismo acudió para ser bautizado.

Nota Doctrinal 1: El bautismo en agua es el acto simbólico y público de una persona que profesa haber aceptado a Jesucristo como su único y suficiente Salvador y Señor de su vida, después de haberse arrepentido de sus pecados.

Nota Doctrinal 2: El consenso de la cristiandad evangélica universal se apega a la siguiente declaración doctrinal: “Creemos en el bautismo en agua por inmersión en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, como testimonio de una limpia conciencia, resultado de haber aceptado a Jesucristo como Salvador personal” (Mt.28:19; Mr. 16:16; Hch. 2:38).

Nota Doctrinal 3: Otra doctrina fundamental es la de la trinidad, los términos Trinidad y Personas en relación a la Divinidad son palabras en armonía con las Sagradas Escrituras en cuanto al ser de Dios, para distinguirle de muchos dioses y muchos señores. Por lo tanto, se puede hablar con propiedad del Señor nuestro Dios como de un SEÑOR y como de una TRINIDAD, y estar completamente de acuerdo con las Escrituras. (Gn. 1:26; 11::7; Isaías 6:8; Mt. 3:16; Lc. 3:21-22; 2 Co. 13:14).