La pesca milagrosa, Lc 5: 1-11 (Mt 4:18-22; Mr 1:16-20)  

Lc 5:4-5 “Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red”. 

Terminado el servicio, quizás a medio día cuando por el calor no hay peces en la superficie, le ordenó a Pedro remar hacia adentro del lago, a lo profundo, y echar las redes para pescar.

Imagine a un pescador tan experimentado como Pedro, junto a Andrés su hermano y a sus socios Jacob y Juan con todos sus ayudantes que habían trabajado toda la noche, cansados y sin pescar nada y repentinamente escuchan la orden de un rabino sabedor de cosas religiosas pero sin experiencia en el duro oficio de pescador, Pedro replica un poco, pero como ya había observado por un corto tiempo el ministerio de Jesús en esas regiones, tuvo fe en él diciendo: “En tu palabra echaré la red”