El endemoniado gadareno, Lc 8:26-39 (Mt 8:28–34; Mr 5:1–20)  

Lc 8:26-27 “Y arribaron a la tierra de los gadarenos, que está en la ribera opuesta a Galilea. Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros" 

El capítulo comenzó con la frase “mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos…” y ahora aparece un hombre con demonios, ¡Es hermoso saber que el Cristo que adoramos, tiene poder sobre la naturaleza y también sobre los demonios!

Gadara, se cree que es la actual Umm Keis, una de las diez ciudades de la llamada Decápolis; gadarenos era su gentilicio y pudiera ser una palabra indeseable, pero por el ejemplar milagro se tornó famoso. En Mateo se habla de dos endemoniados, Lucas y Marcos, mencionan uno. No hay discrepancia puesto que la interacción ocurrió con éste y no con los dos; es típico de los hebraísmos que se citan, en donde hay partes cercenadas pues la enseñanza e información se transmitía en forma oral. Este endemoniado andaba desnudo y no tenía casa-habitación, esto muestra que estaba fuera de la civilización, pues moraba en los sepulcros. Se debe recordar que en esa época se cavaban los sepulcros en las laderas de los cerros. (ver notas en Mt 8:28 y Mr 5:6,7)