Alimentación de los cinco mil, Lc 9:10-17 (Mt 14:13–21; Mr 6.30–44; Jn 6.1–14)  

Lc 9:10-11 “Vueltos los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados”.  

Es necesario descansar después de servir intensamente a Dios, con el propósito de poner todo en orden y no ser seducido por el éxito aparente; en un retiro, se ora y descansa, poniendo todo en su correcto nivel.
Marcos 6:30 dice que muchos “iban y venían y no tenían tiempo ni aún para comer”. La popularidad del grupo estaba en su máximo, pero era necesario reagruparse y alejarse de todos para poder alimentarse y descansar.

Quizá al Señor le afectó profundamente la muerte de Juan el Bautista (Mr. 6:29) y la carga por una humanidad irredenta y desagradecida, era ya insoportable. Por ello, quizá, decidió ir a descansar a Betsaida.

La energía de Jesús era increíble. Iba de aquí para allá, sanaba, predicaba, enseñaba y cuando trataba de retirarse las multitudes le seguían

No en balde se ha llamado a este, el Año de Popularidad del Señor. Donde quiera que iba multitudes literalmente lo seguían. ¿cuál era el tema de conversación del Señor?: el Reino. Les hablaba del camino de la salvació