Alimentación de los cinco mil, Lc 9:10-17 (Mt 14:13–21; Mr 6.30–44; Jn 6.1–14)  

Lc 9:16-17 “Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. 17Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos”.  

Nota doctrinal: El apóstol Pablo, aún en medio de una tormenta listos para hundirse, dio gracias por los alimentos (Hch. 27:35); en 1 Timoteo. 4:3 menciona que algunos enseñarán a abstenerse de alimentos que se deben comer con “acción de gracias”, pues todo es digno de comer si se toma primero con “Acción de gracias” (1 Ti 4:4). Algunos ministros pretenden enseñar que no es necesario dar gracias por el pan cotidiano, pero esto es un error, uno siempre debe tomar los alimentos dando gracias al que los provee, en honor al dador de la vida.

Un principio de mayordomía: recogieron lo que sobró. El cuidado de la naturaleza y de las buenas costumbres no se debe perder después de un milagro. Jesús nos da un detalle directriz: no hagamos basura, ni desperdiciemos alimentos. Jesús ordena que nada se desperdicie. Sobraron doce cestas llenas, pues eran las doces cestas que usaron los doce apóstoles para servir. Ese día todo corazón y buenas costumbres quedaron satisfechos de verdad.