Lc 9:4-5 “Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid. 5Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos”.  

Lucas utiliza una frase aquí que más parece un poema, como un juego de palabras que permitían en la mente de los apóstoles retener la expresión. El Señor les indica: donde entréis, quedad allí, y de allí salid.

Lo que el Señor quería recalcar es que se ve mal que un servidor se porte en casa ajena como si fuera el dueño, “entrar y salir” con frecuencia no conviene a la obra. Un siervo de Dios debe portarse con amor y respeto en la casa que lo hospeda, no por cualquier razón estar cambiando de sede, de humor o de administración.La seriedad y madurez ayudan mucho a que una iglesia crezca sanamente. Si la gente no nos acepta tampoco acepta al que nos envió, los gadarenos echaron a Jesús de sus contornos, el Señor accedió a este rechazo, salió de aquél lugar, como nosotros debemos salir de la casa o ciudad que no nos reciba.

Nota doctrinal: Lucas usa sólo dos veces la palabra “polvo” (9:5; 10:11) y ambas en relación a la acción de sacudírselo en señal de desaprobación y para testimonio a esa ciudad en el juicio final. Marcos 6:11 añade que para Sodoma y Gomorra el castigo será “más tolerable”. Algunos ven en esta expresión suficiente evidencia para desarrollar alguna doctrina sobre grados de castigo en la condenación final, sin embargo este texto no es suficiente para tal aseveración (fuera o no cierta), puesto que aquellas ciudades paganas no tuvieron la gracia de serles anunciado así el evangelio. En cambio, Israel ha sufrido mucho por el rechazo al verdadero Mesías, una actitud más intolerable que cualquier otra nación.