El ciego Bartimeo recibe la vista, Mr 10: 46:52 

Mr 10:50-51 “El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. “Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista”  

La vestimenta en Palestina en los tiempos de Jesús era muy apreciada, contar con varias mudas de vestir era considerado como sinónimo de riqueza.

Para reflexionar: El hombre rico no se quiso despojar de lo que le sobraba para seguir a Jesús. Pero el hijo de Timeo, no teniendo nada, aun de su pobreza, lo más preciado que tenía, su capa, la dejo (apabalon: tirar, deshacerse de.) Para acercarse a quién le podía recibir incondicionalmente.

El ciego hijo de Timeo, reconociendo la honorabilidad del maestro Divino (rabboni: forma intensa de rabí), le pide recobrar el sentido de la vista que nunca había tenido. Sólo una persona ansiosa de conocer al salvador puede “ver” su necesidad de encontrarse con el Salvador del mundo.