La higuera maldecida se seca, Mr.11:20-24 (Mt.21:19-22) 

Mr 11:20-24 “Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá." 

“Por la mañana”, Marcos explicó con detalle el relato y dijo que este momento surgió por la mañana del martes. Este fue un día de controversia y mucha actividad. Tradicionalmente cuando se caracterizan los días de la Semana Mayor o Semana de la pasión y muerte de Jesús, se le llama precisamente, Martes de Controversia. .

Esta escena es un diálogo entre Jesús y sus discípulos. Todo comenzó cuando pasaron por el lugar donde estaba la higuera que Jesús había maldecido. Marcos describió que fue Pedro quien tomó la iniciativa y le hizo una observación al Maestro.

Sus discípulos se maravillaron al ver que la higuera que Jesús había maldecido estaba seca desde la raíz, pero Jesús aprovechó estas circunstancias para dar una excelente lección sobre la fe (Mt 21:20-22). “Tened fe” –les dijo a sus discípulos. Pero, Él no solo habló de una fe relacionada con le esperanza y el ánimo, si no con una fe conectada con la autoridad, el poder para hacer grandes cosas y sucesos extraordinarios tales como: caminar sobre el mar (Mt 14:31), mover montañas (Mt 17:20), sanar enfermos (Stg 5:15) y hasta alimentar a 4 000 personas; por supuesto, todo esto es posible siempre que se haga para un propósito honorable, y que además exalte el nombre de Jesús.

Para meditar: Cristo respalda la fe inquebrantable de una persona que confía en él y que además tiene la plena seguridad de que nada hay imposible para Dios (Lc 1:37). El creyente maduro nunca dependerá de frases estruendosas como si fueran fórmulas para realizar milagros; está consciente de que el don de fe otorgado por el Espíritu Santo ha de utilizarse responsablemente y para la edificación del cuerpo de Cristo (1 Cor 12:7-9).

“Tened fe en Dios”. Jesús dio comienzo a la explicación de este acto milagroso con una declaración de ánimo. Como ya se ha dicho antes, los teólogos le otorgan un sentido simbólico a la higuera, comparándola con Israel y su incredulidad hacia Jesús.

Lo cierto es que este milagro de maldición fue usado para traer una enseñanza positiva acerca de la importancia de creer en las obras sobrenaturales de Dios.