Los labradores malvados, Mr 12:1-12 

Mr 12:6 “Por último, teniendo aún un hijo suyo, amado, lo envió también a ellos. Diciendo: Tendrán respeto a mi hijo” 

El dueño de la viña por último, todavía mostró paciencia, envió a “un hijo suyo,” en el griego existen dos palabras para hijo, una es teknon y la otra huios, la primera se utiliza para mencionar a un hijo pequeño y “huios,” que hace referencia a un hijo maduro, así era este hijo. Pero no era cualquier hijo, era el amado, el adorado, el muy querido, Marcos lo describe con esa ternura y lo envió también a ellos, o sea a los labradores, aquellos que no habían tenido compasión por sus esclavos, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo, seguro que honrarán a éste mi hijo muy amado.