Institución de la Cena del Señor (Mt 26:17-29; Lc 22:7-23; Jn 13:21-30; 1 Co 11:23-26) 

Mr 14:22-25 ““22 Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. 23 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. 24 Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada. 25 De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios” 

Luego de que Judas Iscariote fuera sorprendido por las palabras de Jesús (Mt 26:25), al maestro tomo el pan, lo bendijo y lo repartió entre sus discípulos. Aquí es donde la pascua adquiere un nuevo significado. De acuerdo con Éxodo 12:14, los judíos debían celebrar la pascua cada año para recordar su libración de la esclavitud de Egipto; pero ahora, y a partir de este evento, los creyentes que gozan de una relación personal con Cristo deben participar de “la santa cena” para recordar el sacrificio que Cristo hizo en la cruz para liberación de los pecados. (1 Cor 11:24).

vv. 22. “Tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo”. El pan, que literalmente comieron los discípulos solo representaba el cuerpo de Jesús que iba a ser maltratado, golpeado y martirizado a partir de su arresto. No hay virtud en el pan, solo una ilustración práctica y simbólica de su martirio.

vv. 23,24. “Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada”. El vino representa de manera simbólica la sangre del nuevo pacto; ya no se trataba de la sangre de aquel cordero, si no la de él, que iba a ser derramada para remisión de los pecados del mundo. En el antiguo pacto, el sacerdote sacrificaba un cordero, y Dios al ver la sangre de ese cordero perdonaba los pecados del oferente; pero ahora a través de este nuevo pacto, Cristo moría una sola vez y para siempre dando la oportunidad al pecador de ser limpio, solamente a través de la sangre de Jesús. (Heb 8:6).

La institución de la Santa Cena tiene triple significado. Primero que nada, apunta a la redención de nuestros pecados por el sacrificio de Cristo. El derramamiento de su sangre para expiación, y su cuerpo que literalmente fue castigado por causa de nosotros (Is 53:4,5). Segundo, que gracias a su sacrificio ahora nosotros podemos tener comunión con él y con los demás redimidos (1 Cor 10:16); y tercero, nos da la promesa de un futuro en la eternidad donde tendremos comunión con él por siempre.

Nota doctrinal: La iglesia popular interpreta que el pan y el vino se transforman literalmente en el cuerpo del Señor luego de ser bendecidos.(dogma de la transubstanciación, expedido desde 1215, contra el cual lucharon los Reformadores) cabe aclarar que el verbo “ser” en los versículos 22 y 24 se traduce como “significar” de acuerdo con la exégesis de los teólogos evangélicos. Por lo tanto, el pan y el vino deben ser tomados solamente de manera simbólica y en representación de la muerte de Cristo y la expiación de nuestros pecados. Es decir un memorial de su sacrificio. (interpretación de los reformadores Zwinglio y Calvino y desde luego de Las Asambleas de Dios)